El Patio del Olivo
El Patio del Olivo es un sitio donde puedes ir a desayunar, tomarte un café rápido, un vino a mediodía, un bol de frutas, comerte un plato de cuchara, merendar una tarta o acompañar con una cerveza alguna de sus tostas. Un sitio céntrico, polivalente y con mucho tráfico de clientes.
Y es que el gran activo de este bar-cafetería es ser foco de compristas, transeúntes y oficinistas buscando una frugal parada gracias a su oferta, a su cocina sana y a su formato de cazuelitas individuales como refugio frente a esos copiosos menús del día de primero, segundo y postre. Cortita y al pie.
Marmitako, alubias con chorizo, lentejas, patatas guisadas, garbanzos con verduras, bacalao con tomate, ternera con arroz, lomo de orza y 4-5 ensaladas componen la oferta principal de una escueta pero certera carta que se completa con tostas calientes y postres caseros. Todo rico, sin mayores pretensiones y a precios que invitan a hincar el diente a un par de cazuelitas (se mueven entre los 4-5 euros).
Un par de apuntes más en esta recomendación: siempre me he encontrado un trato amable y educado, y su patio es óptimo para días primaverales, completando un local ordenado en una barra, unas mesas bajas y unas mesas altas. Eso es todo: muchas veces, menos es más.
Más información
Precio medio: menos de 20 euros (bebidas aparte).
Cierre: ningún día.
Dirección: c/ Zúñiga, 7.
Teléfono: 983017015.
