Gastrobar Pasión
Eran Las Patatas de Blas un fijo del aperitivo tras la misa dominical y un aliado furtivo – junto a Pensakola y La Mejillonera – cuando el hambre apretaba en medio de la fiesta. Su cierre nos dejó huérfanos de una adictiva ración que encandilaba a infinidad de parroquianos. Tras unos años de travesía en el desierto, un afable matrimonio vasco cogió el testigo del local.
Gastrobar Pasión ofrece una cocina de corte vasca plasmada en sus notables platos que salen de fogones y en su socorrida barra de pintxos: gildas, txangurro con langostino, ventresca de bacalao, bonito con tomate, ensaladilla, pulpo en vinagreta o lacón con jamón. Bocados que se mueven entre los 2-4 euros y que cumplen tanto para una visita express o como antesala a sus raciones.
Los chipirones a la plancha son la gran especialidad de Pasión: tersos, de buen calibre y bañados en sus propios jugos y un buen aceite. Una muy generosa ración a precio imbatible (13,50 euros). Las albóndigas, los callos y los calamares en su tinta son sus guisos más destacados. La ensaladilla rusa ganaría con más mayonesa: muy seca. Para rematar la faena, si se acude en grupo, nada desdeñable su chuletón a la plancha (a 45 el kg) o la ración de presa ibérica. Rico, contundente y a buen precio.
Completa la reseña de un sitio agradable y recomendable, su servicio. Aún con sus cambios, siempre provisto de personal joven dispuesto a atenderte con una sonrisa en la boca, tanto en su interior como en una terraza que ha dado la amplitud necesaria de la que no está dotada un local que maneja con soltura y simpatía Julia, su propietaria.
Más información
Precio medio: menos de 20 euros (bebidas aparte)
Cierre: lunes.
Dirección: c/ Pasión, 6.
Teléfono: 983339409.