El Pinchín
No es precisamente Parquesol un barrio que se desmelene en lo gastronómico: el ratio de bares y restaurantes de interés es bajo teniendo en cuenta que residen más de 30.000 habitantes y su núcleo abarca el rango de edad que más alternan y/o consumen en la hostelería.
En esa tesitura, emerge y sobresale una pequeña taberna que está a punto de cumplir sus 30 años de existencia y que destaca por ofrecer algo que no es frecuente de encontrar y que, básicamente, se resume en lo que yo llamo la ´Triple H´: honestidad, humildad y hospitalidad. Hablo de El Pinchín.
El Pinchín no suele estar en las quinielas de los favoritos del público local. Es probable que el motivo principal sea que pilla a desmano, al menos es la razón troncal por la que yo vaya mucho menos de lo que debería y me gustaría.
Raíces asturianas y leonesas fluyen en este bar que es una oda a la sencillez y al buen gusto. La cocina está resuelta sin atajos, sin florituras y sin sablazos en la cuenta final: hay mano y hay verdad. Y el servicio reina por su naturalidad y buen esmero. Además, cuenta con una pequeña bodega de referencias atinadas y no marcadas por encima de lo rigurosamente razonable.
¿Qué comer en El Pinchín? La cecina, la sardina ahumada, el bacalao, los revueltos, las carrilleras, los callos y los guisos de temporada. Mención especial para el bollo preñao cortesía de la casa. Todo ejecutado notablemente en esta encantadora y genuina taberna del barrio alto de la ciudad.
Más información
Precio medio: entre 20-40 euros (bebidas aparte)
Cierre: lunes y domingo noche.
Dirección: c/ José Garrote Tobar, 22.
Teléfono: 983373827.