Epi
Alejados de los focos instagrameables, del circuito turístico, de las cuqui-cenas y de las modas 3.0 se encuentran infinidad de bares y tascas en los poblados barrios de la ciudad. Y es que Valladolid es una ciudad de barrios, de muchos barrios que conforman un grueso cinturón abrochado al albor obrero de la industria automotriz.
Barrios de mayor o menor nivel gastronómico, y barrios que albergan bares de resultados dispares. En lo alto del cajón, quizá, se lleve la palma La Rondilla, extenso territorio que da cobijo a un buen número de establecimientos que merece la pena conocer. Uno de ellos es Epi, ubicado en la c/ Quebrada, una paralela a la Avenida Palencia.
Epi es un bar-taberna que destaca por su transitada barra de parroquianos que acuden a chatear, picar unas raciones, tomar el menú del día o pertrecharse del mismo para su domicilio particular. No busquen otra cosa: comida casera, sencilla y bien resuelta, servicio y trato cercano, y local austero, limpio y sin florituras (excepto por los peluches decorativos del entrañable personaje de Barrio Sésamo).
El rey es el menú del día. En torno a cinco o seis opciones de primeros, de segundos y de postre. Bebida (llaman las jarras de clarete) y pan incluidos, claro. Lucen los platos de cuchara (¡ay, esas lentejas!) y los guisos. Y por 12 euros sales con una sonrisa en la cara y un guiño en el estómago en esta humilde taberna de mesas de madera, manteles de papel y barra con vitrina expositora en donde dar cuenta de sus clásicas raciones, especialmente su casquería.
Más información
Precio medio: menos de 20 euros (bebidas aparte).
Cierre: domingo.
Dirección: c/ Quebrada, 18.
Teléfono: 983257710.