Cocina Casera
Santi Vielba se ha desligado del negocio familiar (Caballo de Troya) para coger las riendas del local que hasta hace unos pocos años ocupó La Garrocha, un sitio que echamos de menos. Con la apertura de Cocina Casera, particular nombre del restaurante, estamos de enhorabuena pues cada vez está más maltrecha la oferta de establecimientos con cocina tradicional y sala con empaque.
Santi abrió sin ruido ni difusión (ni teléfono oficial de reservas), y así parece que va a seguir enfocando su modelo de negocio. Un modelo que recuerda al de los Hermanos Martín Quiroga: autogestión, 4-5 mesas y un grueso de clientela fija que acude con reiteración y simetría. Un modelo de negocio, a la vista está, exitoso y que mitiga quebraderos de cabeza.
¿Y en cocina? Por concepto y estilo es una prolongación de la casa madre: cuchara, guisos, temporada y materia prima intervenida sin excesos. No faltan los callos, el rabo vacuno, las patatas con costillas, la ensaladilla, las mollejas, el atún, los calamares, la chuleta o los postres asiduos. Todo ejecutado con la misma solvencia y respeto al producto que en el restaurante familiar. También con los mismos precios contenidos.
Santi toma nota, atiende, sirve y recoge en las cinco mesas que componen una sala elegante, envolvente y espectacularmente reformada por la empresa BLAK interiorismo. Un trabajo en donde han recuperado las vigas originarias de madera y la piedra, integradas a la perfección con los tonos cálidos del comedor.
Una iluminación muy medida, mantelería de hilo, mobiliario confortable, vajilla cuidada y cristalería fina redondean un continente coronado por una imponente cava junto a la entrada que, de momento, apuesta por las denominaciones regionales y alberga unas cuantas referencias de gama media-alta en este nuevo y codiciado restaurante del centro de la ciudad.
Más información
Precio medio: entre 20-40 euros (bebidas aparte)
Cierre: domingo y todas las noches.
Dirección: c/ Zúñiga, 21.
Teléfono: -.
